“Buenas intenciones” en un mundo y tiempo locos

Una propuesta de la propuesta de Tumák'at, anoche en el Teatro Armando Manzanero

Una propuesta de la compañía Tumák’at, anoche en el Teatro Armando Manzanero, Mérida

¿Quién demonios es Irina? Quién sabe, pero en algún momento de la evolución de la pieza (o muchas piezas) alguien (entonces, vestido) mencionó este nombre que sin duda debe ser de una icono del teatro contemporáneo.

Durante una hora y veinte minutos el quinteto de actores se apoderó del escenario del ex teatro Mérida hoy Teatro Armando Manzanero y llevaron a más de un centenar de espectadores a un mundo extraño, donde el neófito apenas cree haber atado un cabo y el juego ya ha cambiado a otro cuadro, y así consecutivamente hasta que todos dejaron en orden sus cosas y se acostaron a morirse, y los espectadores a aplaudir.

Llegamos a este recinto por haber oído que nuestro amigo Manu Fajardo iba a actuar. “Yaan bin un yóok’ot Maanu” (que va a bailar Manu), nos informó un amigo en Bellas Artes, y de pronto ya entrábamos entrando al lugar. “No se permite hacer vídeo”, nos pareció oír de boca de la joven asistenta de la entrada y pensamos que hacer fotografías era posible (luego supimos que no, pero demasiado tarde).

Un reloj digital iluminado dominaba la escena que estaba en blanco (no sabemos si por trabajos de mantenimiento en el teatro o por ser parte del escenario de la pieza) y los cinco actores distribuidos en las tablas, expectantes y los espectadores todavía más. El reloj casi fue el protagonista de no haber impactado bastante las escenas que siguieron con las tres mujeres y dos varones.

Pocas voces en escena, muchos gritos y mucha acción, baile, convulsiones, fuerza. Música en vivo. Escenas como salidas de un sueño, escenas que mezclan un viejo tema, la manzana de Adán y de Eva, y Adán y Eva sin la pretendida hoja de parra (porque no hubo necesidad). Magritte, Mondrian, Afrodita, Atenas… Una combinación extraña de temas y elementos que hizo reír a algún público cuando lo que veía rayaba a lo absurdo.

Escenas que arrancaron risas. Una coro improvisado, y el coro no tiene voces, un director muy solemne y el coro ingeniándosela sólo con la lengua.

Escenas que arrancaron risas. Las chicas que compitieron por la manzana de la belleza, y el baile graciocísimo en penumbras, un baile bastante limpio, con los traseros al aire.

Con Buenas intenciones en 01:19:00 (que así se llama la pieza), el quinteto de la compañía Tumák’at, de Vania Durán, tiene una propuesta para los amantes del teatro, pero no para todos sin duda, especialmente en un medio como el meridano donde los valores tradicionales están muy arraigados…

Con Buenas intenciones en 01:19:00 Tumák’at demuestra ser un elemento fuerte y vanguardista en el panorama del teatro en Yucatán.

Según el programa del XXI Festival Nacional e Internacional de Danza Contemporánea Oc-Ojtik (del 5 al 13 de diciembre) editado por Sedeculta, la pieza es “una coproducción entre el director y coreógrafo argentino Luis Biasotto, la compañía mexicana tumák’at danza contemporánea y la compañía panameña Gramo Danse”.

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