Una campaña “delirante” contra el populismo

Alpha Tavera y Andrés Manuel López Obrador, en Valladolid el 1 de septiembre

Alpha Tavera y Andrés Manuel López Obrador, en Valladolid el 1 de septiembre. Fotografía prestada del Facebok personal de Alpha Tavera

Por JESUS SOLÍS ALPUCHE. Varios fantasmas recorren el país: los padres de los 43 normalistas víctimas de la desaparición forzada de Ayotzinapa, amplios sectores del magisterio que rechazan la reforma laboral enmascarada como educativa, pero el más temible de todos, al parecer, es la campaña permanente de Andrés Manuel López Obrador en contra del modelo económico que  se viene imponiendo desde más de 25 años.

A partir del tercer informe presidencial, parece que Enrique Peña Nieto también entró en campaña. Para cualquier mandatario, la segunda parte de su administración siempre será más difícil, ya que las fuerzas políticas empiezan a ejercer presión porque en las elecciones (2018) secuestran todos los procesos de los gobiernos federales y locales.

Pero en el caso del presidente Enrique Peña Nieto sus últimos tres años serán una pesadilla si no está preparado no sólo para las presiones electorales, sino para las crisis por la que atraviesa el proyecto de nación neoliberal que insiste en consolidar.

En la segunda mitad del sexenio, el mismo presidente Peña ha decidido tomar al toro por los cuernos, atacando la campaña de organización de AMLO, a base de concientización en contra del sistema neoliberal, cuyos efectos de sus reformas privatizadoras de los recursos naturales, hidrocarburos, la tierra y hasta el agua, así como la devaluación, los bajos salarios y pensiones y hasta el impacto del crimen organizado, como una amenaza populista falaz que se cierne sobre México. Decir la verdad sobre la realidad del país es populismo, ocultarla, seguramente es sabio democrático.

El 25 de julio el presidente Enrique Peña Nieto advirtió sobre lo que llamó la sombra del populismo y la demagogia. “No podemos confiarnos. Hoy la sombra del populismo y la demagogia amenaza a las sociedades democráticas del mundo. En varias naciones, están surgiendo opciones políticas que, en su ambición de poder, prometen soluciones mágicas que en realidad terminan por empobrecer a las familias y restringir las libertades ciudadanas (…) México tiene que estar consciente de estos riesgos”, señaló  sin puntualizar qué países viven tales condiciones, ni aludir directamente a nadie como responsable de tales opciones políticas.

“Las consecuencias de esta nueva ola populista son graves. Sus costos se advierten ya en la experiencia que viven otras naciones. Diversos países que se consideraban democracias consolidadas porque se dieron sociedad civil fuerte, medios de comunicación independientes e instituciones sólidas, hoy han dejado de serlo a causa de liderazgos irresponsables”, alertó el presidente. Sin precisar tampoco el tipo de responsabilidad, hacia qué instituciones, nacionales o privadas e intereses, si de la ciudadanía o de la oligarquía, son susceptibles de afectar por el populismo.

El  28 de septiembre pasado, ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, el presidente Peña Nieto se lanzó nuevamente contra el populismo, habló sobre la relación Cuba–Estados Unidos y derechos humanos. “La división no es la solución, debemos recuperar el valor de la confianza… Las sociedades deben estar alertas frente a quienes se aprovechan de sus miedos y preocupaciones”, dijo en su mensaje. ¿Miedo a posibles cambios? 60 millones de mexicanos excluidos de los procesos del desarrollo neoliberal, sin certeza en el futuro, ¿o las 30 0 40 familias que manejan en forma privilegiada los recursos del país, coludidos con la clase política neoliberal que en conjunto cuidan sus privilegios?

Recordó que el Siglo XX ya vivió y padeció las consecuencias de individuos que carentes de entendimiento, responsabilidad y sentido ético, optaron por dividir a sus poblaciones. Alertó que ante las crecientes desigualdades, una crisis económica que no cede y la frustración social que ésta provoca, el mundo está expuesto a la amenaza de los nuevos populismos “de izquierda y de derecha, pero riesgosos por igual”. Insinúa Peña una alianza entre Morena y el PAN? Por favor, su campaña en contra del populismo es delirante.

Sin reflexionar sobre la ley de causa y efecto, durante su Tercer Informe de Gobierno, y en la ONUPeña Nieto alertó duro sobre el populismo, la intolerancia y la demagogia, tras reconocer que en México hay una crisis de confianza hacia las instituciones.

Tal vez el presidente no lo sabe, pero el partido más populista de la historia ha sido el PRI y sus antecesores en PNR y el PRM. El Presidente Cárdenas (1934-40), expropió el petróleo y realizó el reparto agrario en Yucatán, la Laguna y otros lugares del país. Fundó la CTM, la CNC, la CNOP, La FESTE y otras organizaciones de masas. López Mateos (1958-64) fundó el ISSSTE y nacionalizó la electricidad; Luis Echeverría fundó cientos de escuelas técnicas y extendió el Seguro Social a miles de campesinos en Yucatán y Tamaulipas. Y era gobiernos de origen priista-capitalista, pero mantenían la política del Estado de Bienestar para la mayorías. Millones de ejidatarios tenían derechos protegidos por la ley de Crédito Ejidal. Hasta el sexenio de López Portillo (1976-82), cada 1 de septiembre los trabajadores escuchábamos con satisfacción que el aumento de sueldos estaba siempre un punto más arriba que la inflación anual. Eso se acabó con De la Madrid y Salinas de Gortari, que a partir de ellos hemos perdido más del 70 %, de nuestro poder de compra, cuyo logro de más alto nivel del salario mínimo en poder adquisitivo de la historia fue en 1970-80

Los neoliberales que tomaron el poder con Miguel de la Madrid, pueden decir, y hasta “demostrar” con sus teorías, que esos gobiernos populistas son la causa de la crisis actual, pero la realidad que tenemos hoy son niveles salariales estancados por más de 12 años y deteriorados por más de 24; en cambio tenemos a un Andrés Manuel, que en DF, decretó y llevó a la Constitución la Pensión Universal (que el gobierno de Fox copió al 50 %), el pase gratuito en el metro y los trolebuses a los mayores de 65 años, (Incluyendo a las madres solteras y personas con discapacidad) con el control de sueldos de los funcionarios. Hoy con Morena se está planteando revertir las reformas y, acceso a la educación pública universitaria gratuita para todas las generaciones futuras. Si esto es populismo, como en la crisis de mediados del siglo pasado, ¡bienvenido! Porque en la coyuntura económica de la crisis actual, no creo que le haga mal a nadie. Al contrario, puede ser la transición de este sistema decadente, hacia cambios más profundos que alcancen las estructuras. Comentarios en el mail [email protected]

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