Ambientalistas esperan una crítica del Papa que disuada el plan de una Basílica en Tajamar

Artículo del periodista Edwin Timmer, de De Telegraaf, de Ámsterdam, publicado este jueves 11. Tradujo Rubén D. Arvizu, director General for Latin America,con el permiso expreso del autor.

El tema del manglar de Tajamar en un diario Holandés

El tema del manglar de Tajamar en un diario Holandés

Los cristianos de Cancún deben luchar por un medio ambiente mejor, predica la encíclica papal del año pasado. Sin embargo, cocodrilos, iguanas y garzas fueron aplastados para la construcción de una nueva basílica en el balneario mexicano de Cancún. Las protestas ambientales se enardecen justo antes de la llegada de Francisco en su visita a México.

Más de 57 hectáreas de un ancestral manglar que existía ahí hasta hace unas semanas han sido devastadas. Con el uso de grúas, excavadoras y camiones este ecosistema único que era el hábitat de numerosas especies fue totalmente destruido para dar paso al progreso del turismo, según los planes de FONATUR, el instituto nacional promotor del turismo. Lo que quedó fue una masa maloliente de plantas destruidas y un único reptil aún arrastrándose con vida.

Unos días antes de que las excavadoras hicieran su cruel trabajo, el obispo mexicano de Cancún, Pedro Pablo Elizondo, ya sabía lo que iba a ocurrir.

Hace diez años, el entonces presidente Vicente Fox prometió parte de ese terreno del manglar Tajamar a la diócesis de Cancún-Chetumal. En enero, los planos arquitectónicos de lo que podría convertirse en la basílica con una de las cruces más altas en América Latina todavía acumulaban polvo. “Ahora está todo en silencio otra vez por causa de los ambientalistas, que han interpuesto una demanda”, se quejó el líder espiritual con los medios de comunicación locales.

Pero Elizondo evitó cuidadosamente aclarar que todos los manglares fueron declarados en 2007 por México como áreas protegidas. Para la diócesis, al igual que los otros desarrolladores del proyecto Tajamar, eso no importa. Y tal parece que tampoco a Fonatur. “Esto está en contraste con lo que el papa Francisco predica en su Encíclica Laudato Si . En ella se habla precisamente de la necesidad de proteger la naturaleza”, nos dice con asombro Rubén Arvizu,

director para América Latina de Ocean Futures Society, una organización fundada por Jean-Michel Cousteau. La destrucción de los manglares es para la organización de Arvizu “completamente absurda”.

Francisco ha centrado su atención principalmente en México y las paupérrimas regiones indígenas ahogadas en sangre en los últimos años debido a la guerra de las drogas. “Pero espero que también será informado sobre esta propuesta basílica”, dijo Margarita Campuzano, la portavoz del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) .

Los conservacionistas esperan que un comentario crítico del Papa pueda revertir la continuación de este “ecocidio”. Pero eso no parece detener los planes del obispo Elizondo. Para él la futura basílica, color arena como las blancas playas de Cancún, será “la única atracción turística de Cancún”, pareciendo ignorar toda la diversión que este paraíso soleado ya ofrece a los cientos de miles de turistas que llegan todos los años. La basílica tendrá lugar para 1500 creyentes y 400 espacios para automóviles. “Pero para tanta devoción perdimos un paraíso natural extraordinario”, dice Campuzano.– @onzemaninmexico

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