Mérida, 7 de agosto de 2018 (MayaPolitikon).– Campesinos y apicultores del oriente de Yucatán manifestaron su preocupación por las fumigaciones aéreas en cinco ranchos ganaderos propiedad de un influyente empresario, pues una de las consecuencia inmediatas de esta práctica es la exterminación de las abejas.
Un helicóptero realiza jornadas de fumigación desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde, según vecinos de Dzonot Carretero, al sur de Río Largaros. Los vientos arrastran el veneno a parcelas diversas llenas de plantíos y de apiarios.
Se trata de los ranchos San Martín, San Fernando, San Marcos, Dzonot Pinto y Rancho Alegre, todos propiedad del conocido agroempresario Jacobo Xacur Eljure. Este ha dicho a los inconformes que las fumigaciones continuarán a pesar de todo, pues lo está haciendo en sus terrenos y tiene los permisos en orden de las autoridades competentes, según han dicho los afectados.
Jacobo Xacur es un empresario con intereses en el ramo eléctrico (en 2016 inauguró su planta Enerkin, el “primero” que operaría según la nueva ley de energía, según lo elogió entonces Rolando Zapata Bello), en la producción de harina de maíz y otros.
El empresario realiza sus fumigaciones con el apoyo de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy), según los vecinos inconformes.
Las fumigaciones están teniendo un impacto negativo casi inmediato pero sobre las propiedades ajenas: plantíos de calabaza y de sandía se están perdiendo sin nada puedan hacer los pequeños productores. Pueden verse árboles de waxin y árboles de catzin quemados por la herbicida que cae del cielo. Las aguadas cercanas donde pueden verse los flamencos están siendo contaminadas, denunciaron los vecinos de Dzonot Carretero.
Pero lo más dramático es la muerte de las abejas productoras de miel. En un video enviado a MayaPolitikon los apicultores muestran la imagen de una abejas moribundas que no pueden levantar el vuelo “Las abejas primero se quedaron sin flores que libar, luego mueren de hambre y a causa de las pesticidas”, señalan los campesinos de Dzonot Carretero.– Mérida, agosto de 2018.