Por BERNARDO CAAMAL ITZÁ. Estoy consciente de la situación que se vive en México pero estoy feliz en regresar a Peto, nos compartió con su cara risueña el joven emigrante Lorenzo Caamal Herrera.
“Cuando me fui a los Estados Unidos tenía apenas 15 años, ahora tengo 28 años, pero al llegar ahí me las ingenié para trabajar.
“Durante los años que estuve trabajando en San Rafael (California) casi no tenía descanso, siempre estuve trabajando, porque a eso fui: sé lo difícil que es vivir en Peto.
“De niño a adolescente viví en carne propia lo que significa la pobreza, hay días que no hay ni para comer y veía cómo mis padres trabajan para mantenernos, y como tenía algunos hermanos ahí (Estados Unidos), pues les dije que no quiero seguir estudiando, más bien quiero apoyar a mis padres”.
Nuestro entrevistado. que solo estudió hasta el segundo grado de Secundaria por necesidades económicas, dejó su pueblo natal un mes de abril de 2003.
–Estando ahí ¿qué fue lo que cambió en tu vida?
–Una forma de ver la vida. Antes solo trabajaba la milpa, pero estando ahí vi la importancia de invertir el dinero y su uso eficiente para crear no solo fuentes de empleo, sino oportunidades para uno mismo –nos aclaró Caamal Herrera.
–Si eres inteligente, hasta con diez mil pesos puedes hacer muchas cosas, y creo que el hecho de salir a vivir a otro lado me sirvió y pude comparar muchas cosas para mejorar nuestra vida; durante mi estancia en el extranjero vi a muchos amigos malinvertir su dinero en el alcohol y en otros vicios, pero pude estar cerca de más de 80 amigos que coincidimos y tratamos de mantenernos al margen de esos males sociales; sí tomamos, pero no dejamos que nos domine el alcohol.
–¿Te gusto vivir ahí?
–¡No! Por eso decidí regresar a casa. Ahí era trabajar y trabajar, y tenía hasta dos turnos durante todos esos años, y vivía prácticamente solo y me gusta hablar el idioma nuestro, el idioma maya.
Lorenzo vivió 12 años en el extranjero y ahora regresó a su pueblo con los ánimos de salir adelante y sabe que regresar a Peto en estos momentos críticos dada la falta de empleo debido a la crisis económica, pero su seguridad reside en que ha tenido experiencias tanto de Estados Unidos y la que obtuvo en su niñez al trabajar la milpa maya.
–No le tengo miedo trabajar la milpa, sé lo que significa hacerlo –asentó.
Caamal Herrera es uno de los más de 100 petuleños que han regresado en los últimos 2 años a Peto, y ahora nos comparte sus experiencias con el fin de que sus paisanos, que son más de 9,000 que viven y trabajan en los Estados Unidos, aprovechen su juventud y sus capacidad para soñar en el regreso a la tierra que los vio nacer.