POR Edgar Rodríguez Cimé
“Uaycáh es un poblado en Yucatán con un cenote cercado por una albarrada,en la plaza, junto al cual crece un álamo. Allí habitan aluxes, wayes y el caballo de piedra”
Al andar buscando un nuevo libro infantil para llevarle a los majan (medio) nietos en Ticul para continuar promoviendo la lectura, dudé en tomar el nuevo texto trilingüe, maya-español-inglés, El caballo de piedra, El jwáay gato y Los aluxes, de la escritora de Tizimín Patricia Martínez Huchím, por considerar que “por no estar dirigidos exclusivamente a los niños” sino al público en general, es decir, “de un mayor nivel intelectual”, podrían no interesarles.
Por eso, cuando se me acercó la majan nieta Joselyn a la computadora de Ángel y Mau, que utilizó cuando viajo los fines de semana a “la Perla del Sur”, y se puso a leer palabras de los encabezados de las noticias del Por Esto! virtual, y le pregunté, como para zafármela de encima, “si no quería leer un libro que llevé”, y me dijo que sí, de nuevo volví a dudar por el contenido de esos cuentos, aun gustándole la lectura, por tratarse de “literatura maya para el público en general”.
Pero, como suele suceder, los niños –y en este caso de género, las niñas– dan sorpresas, ya que al comentarle que el texto venía en tres idiomas: primero en maya (arriba), luego en español (en medio), y finalmente en inglés (abajo), inmediatamente concluyó: “¿Entonces solamente debo leer lo de en medio? Por supuesto, le respondí. Tomó el texto y se fue a leerlo al sofá, mientras yo continuaba chambeando en la compu.
Un poco después, al responderle su primera pregunta: ¿qué son Aluxes? (pequeños espíritus de los montes que gustan de realizar travesuras con la gente maya), arreció su interés por leer el relato. Como cuando se topó con la primera palabra desconocida: “Ofrendar”, le expliqué el significado en forma sencilla, me tomó la palabra y me volvió a preguntar varias veces seguidas hasta que me avisó que ya había concluido el breve relato; dejándome “de a seis”.
Entonces caí en la cuenta: yo dudando si los majan nietos Mau y Ángel, de siete y nueve años, serían capaces de interesarse con un tema maya y algunas palabras desconocidas para su nivel de segundo y cuarto grados de educación primaria, y la Joselyn, de solamente seis años y en primer grado, sacando la casta por el género femenino, vino a demostrarme que la buena literatura interesa tanto a adultos como a niños. ¡Y niñas también!
Los aluxes es un relato clásico narrado a la autora por su padre, cuentacuentos natural del Oriente de Yucatán, y recreado ahora, con ilustraciones de Joel Góngora Torres, editado por la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas (CDI), donde se muestra una de las tradiciones más antiguas: la cacería, con los rituales que implica su práctica en el monte.
En esta ocasión, por desobedecer el cumplimiento de ciertos rituales tradicionales (ofrenda de sacá a los dioses mayas) para proteger al cazador de los “malos vientos” del monte, este se enfrenta a las consecuencias: escucha disparos, siente dolor en el cuerpo, le sube la temperatura, delira (lo persiguen los aluxes con perros), hasta que al final recobra el conocimiento en su propio velorio, pues “lo habían dado por muerto”.
¡Los relatos de Patricia Martínez Huchím, literatura recomendable para niños y adultos!
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(Colectivo cultural “Felipa Poot Tzuc”)