
Profesores de Ko’onex kanik maaya, en una foto oficial de la SEGEY de junio de 2023
La noticia se lo está llevando el viento y uno apenas puede recoger uno que otro dato aquí y allá rezagados. El hecho es que once profesores del Ko’one’ex Kanik Maaya, de un total de 101, fueron despedidos abruptamente en este primer mes de 2025.
“Despedir” o “no renovarles el contrato” es lo mismo. Se sabe que desde siempre este programa de enseñanza maya ha sido realizado por profesores a quienes se les renueva cada seis meses el contrato, si bien les va.
Los despedidos de ahora se trata de docentes que llevan muchos años en el programa, se trata de mayahablantes con servicio de por lo menos diez, quince o veinte años en el programa, según ha oído el cronista.
Como era previsible, estos profesores mayas buscan ahora la ayuda del gobernador Joaquín Díaz Mena, para ser reintegrados en el programa.
Sin duda, el recorte de profesores en educación indígena tiene impacto en el gobernador, quien enarbola la etiqueta Renacimiento Maya.
A la educación indígena se la ha tomado por la cuerda más floja del área de la educación en Yucatán. Su presupuesto ha sido siempre modesto y cuando hay que recortar, hacerlo en ese sector parece ser lo más indicado.
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Desde 2021, los profesores recibían un salario mensual de $6,282.26. En julio de 2023, lo vieron aumentar $4,747.91para llegar a una percepción bruta de $11,030.17 al mes, de acuerdo con el boletín oficial publicado en junio de 2023.
Todavía en enero de 2024, los directivos del programa estaban en el proceso de reclutar a nuevos profesores, con la visión optimista de colocar profesores de maya incluso en escuelas secundarias.
A mediados de 2023, durante un visita accidental a las oficinas de Ko’onex Kanik Maaya, ubicada en el Edificio Zamná, el cronista cruzó palabras con la profesora encargada en ese momento. Dos cosas escuché y me produjo alegría: uno, los profesores son colocados lo más cerca posible de sus comunidades de origen; dos, se trabaja para que los profesores con más trayectoria primero y luego todos los demás, tengan una plaza definitiva.
La noticia –acallada en los canales oficiales– del despido de profesores que tienen varios años trabajando en el programa, habla por sí sola. Las plazas prometidas no serán realidad en el corto plazo. La educación llamada “indígena” seguirá tan ninguneada como siempre, incluso en un gobierno que ondea una bandera “new age”.