Ejidatarios de Xoy (Peto) no donarán ninguna tierra al ayuntamiento de Peto, donde presumiblemente se construiría tres obras, entre ellas una universidad privada donde se supone podrán “estudiar los hijos de los campesinos”.
“Se las venderemos si quieren”, dijeron a título personal varios ejidatarios este fin de semana pasado en encuentros informales con el cronista, durante el cual se enteró que el comisario ejidal G.Ch.Ch. está internado en el O’Horán y su estado es grave, sin medios suficientes para pagar la cuenta.
El precio que se está deliberando cobrar es de poco más de 100 mil pesos por cada hectárea. El ayuntamiento quiere que se le done de cinco a seis hectáreas, según informó a fines de diciembre el alcalde de Peto, Jaime Hernández Santos (PAN), para lo cual –dijo– está negociando con los ejidatarios y espera un “sí” esta semana.
Tres obras anunció entonces el alcalde a la prensa: una universidad (que es privada), un recinto donde se trasladaría la feria anual (recinto ferial le llaman en otras partes) y un parador comercial.
Por lo pronto parece un hecho el cambio de lugar de la feria. En conversaciones informales al cronista se le refirió en Peto: “El otro año que la feria se va a hacer frente al XEPET, eso están diciendo. Que es un hecho”, el punto está ubicado a la salida de Peto rumbo a Tzucacab, acercándose al entronque Mérida-Chetumal, un punto estratégico que recuerda el crucero Teabo. (Ideal también para una gasolinera.)
Muy indignados por el trato que reciben de las autoridades en general, los ejidatarios dicen no regalarán tierras a nadie. “Que la compren si quieren”.
Los campesinos están a la espera de un pago de 324 mil pesos de parte del gobierno del Estado (por medio del Incay) por concepto de las tierras que les invadió la construcción de la carretera Muna-Peto, las cuales al principio no querían reconocérselas, y una vez reconocidas les regatearon los precios hasta que finalmente aceptaron pagárselos en la primera quincena de enero.
Y ahora el ayuntamiento, les pide la donación de tierras para obras muy privadas.