Alto funcionario mayahablante se opuso en Yucatán al proyecto “hamaca en el hospital”

Foto oficial de delegación IMSS Campeche / Madres que recientemente dieron a luz en hamacas, en el hospital Prospera de Hecelchakan

MÉRIDA, 25 de junio (MayaPolitikon).– La introducción de hamacas en hospitales públicos de México para comodidad de los pacientes se ensayó por primera vez hace más de 20 años en Campeche, incluso contra la oposición de sus críticos, principalmente médicos directivos del centro del país.

No obstante, este “ensayo” habría sido mejor recibido en Yucatán que en Campeche si los promotores del proyecto hubieran logrado sortear la negativa de un funcionario de alto nivel yucateco que se opuso aunque él mismo dormía en hamaca.

En su texto Resistencias a la incorporación planificada de hamacas en un hospital de la Península de Yucatán, presentado en 2001 en el IV Congreso Chileno de Antropología, el doctor Roberto Campos Navarro relata que el proyecto original incluía su desarrollo en dos hospitales de la Península: uno en Campeche y otro en Yucatán (Hecelchakan y Oxkutzcab, respectivamente)

Hubo en Yucatán “plena aceptación de las autoridades del hospital, sin embargo un funcionario estatal –cuyo nombre omite– no quiso que se realizara en su estado argumentando que la gente maya nunca le había solicitado que hubiese hamacas en los hospitales”, escribió el especialista.

No obstante, los yucatecos estaban más dispuestos a la hamaca que los campechanos, subraya: pues según una encuesta a cien potenciales usuarios en el hospital de Oxkutzcab, 95 de cada 100 dijo “sí” mientras que en Hecelchakan sólo había aceptado 64 de cada 100.

En Yucatán había mejores condiciones para implementar las hamacas pero “nada ni nadie pudo convencer al funcionario estatal de las bondades del proyecto, ni siquiera cuando él personalmente lo observó en Campeche”, señala Campos Navarro, médico con especialización en medicina familiar, maestría y doctorado en antropología social.

“Paradójicamente, tal personaje es hablante del maya y emplea hamaca en su hogar”, subrayó.

Según los tiempos, este evento habría ocurrido en el segundo mandato del Víctor Cervera Pacheco (1995-2001, del PRI.

En cambio, contrasta, “el entusiasta grupo directivo del hospital de Hecelchakan (integrado por el director, la jefa de enfermeras, el ingeniero de conservación y la adminstradra), incorporó las hamacas sin que hubiera una orden judicial proveniente del nivel central o estatal, salvo la autorización verbal del coordinador general”.

Carteles que destacan la iniciativa

Las hamacas comenzaron a introducirse en julio de 1995 en Hecelchakan, fue suspendido menos de un años después (“primavera de 1996”) pero reactivada poco después, según el documento.

No se sabe si el proyecto original se había suspendido más adelante, pero la reciente noticia, el jueves 21 pasado, de que el hospital Prospera de Hecelchakan ha incluido cuatro hamacas en la sección de mujeres para comodidad en el proceso de alumbramiento sugiere que fue suspendido para reanudarse ahora con alharaca.

Introducir hamacas en los hospitales tiene la finalidad de “elevar la calidad del servicio hospitalario mediante la satisfacción y comodidad del enfermo internado, señala el documento de Campos. Pero además, dice, motivados por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas, que en el párrafo segundo del artículo 25: “Los servicios de salud deberán, en la medida de lo posible, organizarse a nivel comunitario. Estos servicios deberán planearse y administrarse en cooperación con los pueblos interesados y tener en cuenta sus condiciones económicas, geográficas, sociales y culturales, así como sus métodos de prevención, practicas curativas y medicamento tradicionales”.

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