Shibata Vázquez: protector y criador de tortugas en Muna

Shibata Vázquez, estudioso de la cultura maya, en un evento de Cha’anil Kaaj, en octubre de 2013. Atrás, observado, el investigador y columnista Miguel Güémez, del CIR Sociales

Mérida, 1 de agosto de 2018 (MayaPolitikon).– Las temperaturas muy altas que se han estado registrando en Yucatán en los últimos 40 años está teniendo un impacto negativo en la reproducción de los reptiles, especialmente en las tortugas, señala Wílbert Vázquez Casanova, alias Shibata, conocido mayahablante y estudioso de la cultura maya.

Hace 40 años que tiene su criadero de tortugas en Muna el señor Shibata y el curso de los años ha aprendido mucho de estos pequeños quelonios.

“La observación me ha enseñado que los huevos eclosionan entre el equinoccio de marzo y el equinoccio de septiembre”, explica. “Las culebras e iguanas y otros reptiles comienzan a aparearse a finales de febrero, cuando llega el calor. Depositan sus huevos en los primeros días de marzo y dos meses y medio después eclosionan, un promedio de 70 días desde que se ponen hasta que brotan”, agrega Shibata, conocido guía de turistas y moderno maya astrónomo.

Sin embargo, las cosas han cambiado en los últimos años. Hasta hace 20 años era posible ver nacer a 15 tortugas a la vez (de varias tortugas mamá), un número que ha ido reduciéndose en los últimos años. Las eclosiones bajaron a 11, a seis, a tres, a dos y actualmente a ninguna.

En días recientes, Shibata vio cómo se perdían cinco huevos que esperaba eclosionaran. “Se secan o simplemente revientan, yo supongo que por el calor”, explica en una conversación telefónica con Mayapolitikon. Aunque señala, que el suyo es un caso porque colegas que también crían tortugas han registrado mejores resultados. “Un de los aficionados registró tres eclosiones. Considero yo que se debe a los microclimas. Aquí en Muna la situación ha sido más dura, señala.

El calentamiento climático ha venido a sumarse a los factores que diezman estos pequeños animales en su hábitat, dice Shibata. Las quemas cuando se hacen las milpas es una de las causas pero el peor en estos tiempos es el calentamiento climático, asevera.

Shibata Vázquez explica las característica de un caparazón a universitarios

Es importante la figura de la tortuga para la comprensión de la cultura maya, indica. Su longevidad, por ejemplo, es un desafío al tiempo. Viven más que una persona. Además, agrega, en su caparazón lucen 13 escamas que es un número cargado de significados dentro de la cultura maya, pues representa el cielo de 13 capas.

Pero no solo eso:  en los motivos de algunas cerámicas esta relación está sugerida muy claramente y en el Cuadrángulo de las Monjas, en el lado poniente, puede verse un disco de caparazón de tortuga colocada sobre la cabeza de un hombre viejo, explica Shibata.

Mayahablante, Wílbert Vázquez Casanova se inició en la crianza de tortugas hace más de 40 años por accidente. En estas cuatro décadas ha visto nacer decenas de tortuguitas que finalmente regala a quienes gusten. “La idea hoy día es donarlas a una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) que se interese”, explica. En una ocasión Parque Áak dijo interesarse pero nunca se concretó la entrega. “Primero dijeron que venían por ellas, luego que mejor se los llevara”, explica. Y así quedó en nada.

“No tengo hijos aquí en Muna que se haga cargo de ellas ante una eventualidad. Me interesa encontrar una organización que adopte a las nueve tortugas que me quedan. No quiero que se queden aquí algún día, abandonadas”, explica.

En los primeros años de los ochenta, mientras desyerbaba en una calzada, vio Shibata a una tortuguita entre las yerbas. La levantó y la llevó bajo sombra. Un compañero suyo en ese entonces se lo pidió

– ¿Para qué la quieres? –le preguntó.

– Voy a comérmela, porque curan el asma, según me han dicho –le respondió su compañero.

“No se lo dejé, desde luego”, cuenta Shibata.

En cambio se la llevó a su casa donde la tortuga vive hasta el día de hoy. Hoy sabe que es una tortuga macho y es el padre de varias tortuguitas que han nacido en los últimos cuarenta años.

Poco tiempo después, un compañero suyo le regaló otra tortuguita, una que tenía quemada la pata a causa de las quemas de las milpas. Así comenzó Shibata con su tortuguero hasta el día de hoy.

Wílbert Vázquez Casanova, mayahablante y políglota, de oficio guía de turistas desde hace 41 años, es nacido en Muna. Actualmente presta servicios en cualquier zona arqueológica de la Península en donde lo requiera.

Según estudios especialzados, en Yucatán hay siete tipos de tortugas terrestres o de agua dulce, pero las más conocidas son la llamada tortuga de caja o cok áak y la jicotea.– Mérida, 1 de agosto de 2018.

Una tortuga del criador Shibata Vázquez

 

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