Tahdziu, Yucatán, 26 de agosto (Por Bernardo Caamal).– Familias de origen maya de esta localidad clamaron justicia esta mañana por el asesinato de la pequeña Ana Cristina, de seis años. Más de un millar de personas se reunieron para exigir justicia a las autoridades la muerte violenta de la menor a manos de un joven de esta población que ya ha sido detenido.
La marcha sin violencia se inició poco más de las 10 de la mañana y en ella participaron más de 500 personas, número que aumentó drásicamente al arribar al palacio municipal, pues muchas familias llegaron de otras poblaciones para solidarizarse con esta demanda ciudadana, justicia por la menor violada y asesinada.
Unos veinticinco minutos después del arribo de los participantes se presentó ante ellos el alcalde, titubeante, e informó que el asesino ya recibió su castigo, expresión que ocasionó el enojo de los ciudadanos.
En ese momento los organizadores de la marcha intentaron entregar al alcalde un documento que señala los siguientes puntos: justicia y pena de muerte a violadores y secuestradores; expulsión de la comunidad a la familia Valle Yah; firma del presidente con que se comprometa a desalojar a la familia del agresor y otras demandas de la comunidad; asimismo, programas sociales para prevenir delitos contra la violación y secuestro, y pronunciamiento contra la apertura de expendios de cerveza en la localidad.
La autoridad tomó el documento de forma titubeante, momento que aprovechó una de las personas para arrebatársela y en su presencia fue despedazado.
Familias enteras y sus niños habían caminado hasta el palacio, con pancartas en mano con leyendas en donde resaltan su sentimiento: “Ni un niño más”, “No más feminicidios”.
Los ciudadanos le pidieron al alcalde que comprometa a expulsar a los familiares del presunto asesino y que el terreno se construya una escuela que lleve el nombre de la pequeña Ana Cristina, y en torno a estos puntos se comprometió a redactar un documento.
Los manifestantes señalaron que no se marcharían de ahí hasta que alcalde se comprometa. En un momento uno de los trabajadores del H. Ayuntamiento quiso salir en vehículo para ir por un sello, explicó, pero le fue cerrado el paso por los ciudadanos.
Se hicieron varias correcciones al documento que leyó la autoridad local, en donde consideró lo que le fue planteando por la gente: que el terreno donde viven los familiares del joven involucrado en el asesinato de la niña se expropie para la construcción de una escuela y que lleve el nombre de la pequeña. Al final fue esto lo que quedó asentado en el documento que leyó el alcalde, minimizando los otros puntos que señalaron los organizadores de la marcha.
Desde las primeras horas del día la policía estatal colocó sus unidades en puntos estratégicos de la localidad de Tahdziú, pero no intervinieron en ningún momento. Solo estuvieron vigilantes durante la marcha pacífica para pedir justicia.
La muerte de la pequeña ha conmocionado a esta comunidad del sur de Yucatán que está a dos horas de Mérida, y a la opinión pública en general que ha apuntado también al gobierno de Rolando Zapata Bello por haber minimizado los casos de violencia que se registran en la entidad.
Bernardo Caamal
Bernardo Caamal