DZONOT CARRETERO, Tizimín (MayaPolitikon).– Un menonita que conducía una camioneta golpeó y mató a un joven jaguar, en un tramo que va de Dzonot Carretero a Dzonot Pinto, comisarías de Tizimín, en el oriente de Yucatán.
Los hechos ocurrieron a finales de agosto, según versiones de milperos que transitan por esos rumbos y vieron agonizar al joven felino.
“Pensé que era un perro”, dijo el menonita que se mueve en esa zona y cuyo trabajo es atender los grandes cultivos de soya, propiedad del influyente agroindustrial Jacobo Xacur Eljure.
(Las fumigaciones de éste ha causado la muerte masiva de abejas en esa región, un daño que permanece todavía sin reparar.)
El joven jaguar fue abandonado a unos metros de la vera del camino y fue devorado por los zopilotes.
Era una familia de jaguares: dos jóvenes y la madre.
EMIGRACIÓN MASIVA DE ANIMALES
Pero no sólo los felinos son víctimas de las talas masivas que se realizan en esa zona para extender todavías más los áreas de cultivo.
“Los jaguares, los venados, los monos. Todos los animales están huyendo por donde hay monte alto”, explica un milpero.
“Cuando uno va a su parcela en bicicleta es muy probable que se encuentre con venados en el camino”, agrega.
Pobladores han visto a monitos carbonizados al no poder huir del fuego.
“Cuando amanece el viajero puede oír los gritos de los monos que se siguen desplazando a lugares seguros, y la mayoría han hecho colonia en los montes del ejido Laguna donde hay un cenote y la maquinaria no llega ahí todavía por el terreno escabroso”.
Alrededor de mil hectáreas, con abundante árboles de ja’abin y chico zapote, están siendo taladas, según los pobladores cuyos cultivos y abejas están siendo amenazados gravemente por las prácticas industriales de su vecino influyente.
Chak’an Tzimin, San Miguel, Santa Rosa, Laguna, San Vicente y Dzonot Burro son puntos donde los árboles están desapareciendo.
Los desmontes están a menos de un kilómetro de la Reserva de Río Lagartos.
En Yucatán se vive una coyuntura histórica con el llamado “progreso” que exige la tala de miles de hectáreas de selvas para producir “energía limpia” .
La construcción de extensos chiqueros de cerdos sobre cenotes ubicados en puntos sensibles para la provisión de agua en la Península.