Por Jesús Solís Alpuche
Mérida, 6 de septiembre .– Es alarmante que en los útimos años se observe actividad sísmica en la Península de Yucatán, ya que el suelo y subsuelo están formados de placas teutónicas diferentes a las del altiplano.
Prácticas de este tipo y otros proyectos que prometen “progreso” en Yucatán están excluyendo a los pueblos mayas de su territorio y del desarrollo económico.
Sólo en este año se han registrado dos temblores en la Península, fenómeno que resulta extraordinario, y la explicación que la extracción de materiales pétreos para uso de empresas de la construcción. Estas no valoran el daño que registra tal volumen de extracción de millones de toneladas para la industria.
Igualmente es perjudicial cambiarlas de lugar, para subir zonas bajas de la región, modificando el ambito y relieve natural peninsular.
Asimismo, todas las acciones tomadas para la ejecución de los megaproyectos como los de Keken, en la carretera Kinchil a Celestún, o en Homún, la Cervecería Modelo, en Texán y el actual megaproyecto turístico que se gesta para la Rivera del noroeste peninsular, entre Celestún, Punta Palmar y Sisal, se realizan sin consultar a las poblaciones y mediante estrategias legaloides, de transferencia de derechos ejidales a particulares.
Esto, sin contar los llamados megaproyectos para generar energía eléctrica limpia y que supone el talado de miles de hectáreas de selva baja en la Península. La instalación de dichos parques abarcará más de 8,700 hectáreas de tierras yucatecas, según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental e investigadores del Tecnológico y del Cinvestav Mérida.
Si bien las 8, 700 hectáreas abarcan los pueblos mayas de Dzilam de Bravo, Motul, Suma de Hidalgo, Sinanché, Yobaín, Telchac Pueblo, Tizimín, Muna, Sacalum, Ticul, Peto, Valladolid, Sucilá, Puerto Progreso y Cansahcab, hay que tener en cuenta que los impactos incluyen cambio de suelo, fragmentación del paisaje y posibles perturbaciones a la flora y fauna. “En el plano social, los territorios comunales o ejidales se verán afectados y, con ello, el tejido social de las comunidades rurales”, expresaron especialistas del colectivo Articulación de Energía Sustentable de Yucatán.
Con una inversión de 2,800 millones de dólares, en 2021 se prevé comenzarán operaciones en Yucatán 18 parques eólicos, de los cuales nueve son privados y nueve en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Según Fomento Económico del gobierno estatal la instalación de estos 18 parques representa el 35% de la energía limpia en México
Por su lado, la empresa cervecera Modelo, instalada en Texan (Hunucmá) produce al año dos millones 600 mil hectolitros de cerveza, y la meta es de siete millones, o sea 700 millones de litros para este 2018. Pero cada litro de cerveza requiere para su elaboración tres litros de agua, por lo que nuestro acuífero en los pozos del poniente del estado está bajando considerablemente en su nivel.
De esta manera los pueblos mayas de la región son excluidos definitivamente del desarrollo económico, que contamina no sólo el medio ambiente, sino también la salud y la moral de nuestros pueblos.